Claro en el bosque.

Salio entre los arboles, pasandose el dorso de la manos por frente para apartarse el sudor.
- Lo encontre.
Se quedo sin aliento, como cada vez que lo veia. Era un inmeso claro en el bosque, con flores de un color blanco precioso y un lago al fondo. Justo en ese momento un lobo bebia en la orilla en lago y alzo las orejas al escuchar sus pasos.
La miro fijamente y despues troto entre los matorrales desapareciendo.

Arrugo la nariz.
- Esos animales no me gustan, son los que le han echo la mala vida a las pobres parientas de la Diana.
Sonrio.
- Hola...

- Ah!
Solto un grito pegando un salto y reculando para atras como los cangrejos. Hasta que vio quien era.
- Joe que sustos me has dado tito!
Tito y no Abel.

Ahora ya no era Abel, ahora era tito.
- No deberias andar por aqui sola.
Rebufo.
- Pensaba que estabas castigada y tus padres no te dejaban salir sobrina.
Sobrina y no Noah.

Nego con la cabeza, le habia devuelto en parentesco como si le hubiera dolido ¿acaso no era eso lo que el queria?
- Aqui no hay nada que pueda hacerme daño.

Aqui...
- Tu eso no lo sabes, tienes que ir con cuidado.
Se apoyo al arbol sin mirarla.
- Como estas?

Cogio aire.
- ¿De verdad te interesa?
Camino hasta la orilla del lago, con cuidado de no caerse.
Cualquier cosa con tal de no mirarlo a la cara, dolia. Era verlo y desearlo y mas despues de haberlo tenido.

- Si te lo pregunto es porque quiero saberlo.
Se acerco, y tiro de su brazo, volviendola a tierra.
- Te vas a hacer daño.

Jadeo sorprendida cuando la jalo y lo miro a los ojos.
- ¿Que es lo que quieres Abel?
Porque ya le habia dejado claro que a ella no.

Trago despacio mirandole, de los ojos a los labios.
- A ti.

Abrio mucho los ojos sorprendida.
- Dijiste que no.
Susurro.

- Nunca he dicho eso.
La agarro de la cara, inclinandose un poco.
- Aun asi, caundo me calle, te lo creiste muy rapido.
Gruño contra sus labios.

- Es que... ¿por que ibas a quererme?
No era nada comparada con el y encima despues de lo que le habia echo Adan.
Se puso de puntillas, frotando sus labios con los de el.

- No lo se...pero te quiero.
Le paso una mano por la cintura, acercandola a si.
- Y no quiero que te vallas con ninguno de tu edad, ni que te haga feliz otro, ni nada de lo que te dije antes.

Cerro los ojos sitiendo tanto alivio que le fallaron las rodillas.
Si no la tuviera agarrada por la cintura hubiera ido al suelo.
- Tonto ¿por que me mentiste?

- Y porque y porque y porque.
Fruncio el ceño, pero sin dejar de sonreir.
- Mis motivos tenia, pero deja ya de preguntar, la cosa paso a si.

- Claro que pregunto Abel, porque no lo entiendo.
Saco morritos.
- Eres cruel.

- Me equivoque, quise ir de listo experimentado, y me comi un rosco.
Rio.
- Pero lo ize por tu bien, porque creiaque te ahorarria problemas, pero asi, lo ibamos a pasar mal tanto tu como yo.
Le Paso un dedo por la nariz delineandosela.
- Lo entiendes?

Le sonrio.
- Eres tontito.
Cazo su dedo, mordisqueandole la yema.
- Siempre intentando protegerme.

- Para eso estan los tios, no?
Dijo con sorna.
- Quiero por eso hablar con tu padre, antes de que le de un patatus.

Cogio aire.
- Bueno...
Eso iba hacer dificil.. los iba a matar a los dos.
- Contra antes mejor, en eso tienes razon.

- Le va a dar un tremel.
Aunque valk, no la habia liado tanto, alomejor habia hablado con el, y ya lo habia preparado.
- Bueno tu madre por lo menos te comprende...

- Eso porque le dijimos que no habia nada entre nosotros.
Nego con la cabeza.
- Ahora te la cortara.
Sonrio divertida al ver su expresion.

No iba a admitir que se le habian puesto los huevos de corbata, Cain pase, pero Valk...
- Bueno, da igual, ahi que hacerlo igualmente.
La agarro de la mano decidido.
- Pero vigila mi tumba, que capaz es tu padre de cagarle encima.

- No dejare que te hagan nada.
Lo miro a los ojos.
- Confia en mi.