Las Mesas

Se encogio de hombros, para ella estar sola era algo muy normal.
- Acabas acostumbrandote a la soledad.
Lo de fiarse era mucho mas dificil, y sobretodo con los chicos.

-Porque haya uno malo, no significa que todos los seamos.
Le pasó la mano desde la nuca hasta sus labios, dibujando la forma de sus labios.
-Entonces nadie estaría con nadie, a mi padre por ejemplo le hicieron una gran putada y mira, el está como si nada.

- Pero que haya uno malo hace que te cueste mas fiarse de todos los demas.
Se mordio el labio cuando la acaricio.
- Pero es distinto, War es fuerte en todos los sentidos

Alzó una ceja y bajo el dedo por su cuello.
- ¿Y tu no?

- No. Es mas facil el no fiarse de nadie y engañarse que el comenzar a confiar en alguien y que te vuelvan a hacer daño.
Pero ahi estaba ella, contando algo de lo que nunca hablaba, y fiandose de el y de War, algo tenian que tener para que ella estuviera bien con ellos.

- Pero en el fondo te pierdes cosas por no fiarte te la gente.
Se encogió de hombros mirándola.
- No sé, es lo que veo.

- Puede ser.
Suspiro, apartando la mirada.
- Tienes razon, pero... ¿como se vuelve a confiar en las personas sin pensar que al dia siguiente te haran daño?
Bueno, por lo menos, ella no tenia nada mas que perder.

- No se sabe.
En eso le tenía que dar la razón.
- Solo tienes que hacer lo que te dicte tu instinto.

Volvio a mirarlo, curiosa.
- Y que dice tu instinto?
El suyo a veces fallaba.

- Que eres una gran mujer.
Sonrió mirándola a los ojos.

Sonrio, sonrojandose.
- Yo espero que el mio no me falle.

Le pasó un mechón de pelo por detrás de las orejas.
- ¿Qué te dice el tuyo?

Sonrio aun mas.
-Que me quede aqui sentada porque mi instinto si se fia de ti.
Solo confiaba en una persona y era War.

- No soy mla chico.
Solo era un poco travieso y le gustaba jugar, pero no quería hacerle daño a nadie.

- Lo se.
Lo creia sin pensarselo ni un segundo, habria dudado si hubiera dicho que era un buen chico.
Le acaricio la cara, sin dejar de sonreir.

Solo le hizo falta eso para volver a besarla atrayéndola del mentón.

Le devolvio el beso sin prisas, un beso suave.
Paso sus manos por su cuello.

Gruñó y la cogió por el trasero, poniendola sobre su regazo.

Profundizo el beso, acariciaba su pelo mientras.

Se separó de ella y mordió su mentón, sonriendo de lado.
Alzó la cadera para que viera lo dura que tenía su po**a, haciendo que esta rozara contra su sexo.

Se sonrojo al sentirlo rozandola.
Escondio su cara en su cuello, dandole un beso en el.

- Vamonos de aquí.
Sin más desapareció junto a ella hasta el motel.

Sonrio, desapareciendo con el