Acantilado

entrecerró los ojos un poco y la miró a los suyos.
- Donde sino me lo vas a dar?
La voz le salió ronca cuando le dijo eso.

- Pues en la boca, donde más puedo dártelo.
Acerco la tostada a la boca de Jaden.
- Abre grande.

- Por eso te he preguntado.
Abrió la boca para que le diera un poco de tostada, al darle volvió a rozar sus labios y sus dientes con los dedos de ella.

- Y yo conteste que en la boca.
Un escalofrío recorrió desde la yema de sus dedos hasta su espalda.
- Me esta dando la sensación de que te quieres comer mis dedos.

- Si me das de comer cosas tan pequeñas lo mas probable es que muerda tus dedos accidentalmente.
Alzó una ceja y esta vez si chupó su dedo a conciencia.
- Ahora ha sido porque he querido yo.

-Entonces que te tendré que dar de comer?
No era como que le molestara.
Volvió a estremecerse.
- Tengo microbios te vas a convertir en uno de los míos.
No lo había hecho con su sangre pero…

La vio estremecerse de nuevo ¿Tendría frío?
Al escucharla rio un poco.
- no tienes microbios en los dedos, tus dedos estan muy buenos, a todo esto... ¿Tienes frio?

- Vale… si tú lo dices, pero si después te haces una persona demasiado buena, pacifista que no te gusten las guerras. Después no vengas a mi templo y me eches la culpa.
Comenzó a negar con la cabeza.
- Nop, para nada y tu?

- No eres pacifista, te picas muy pronto.
Y el lo sabía eso de sobra.
- ¿Y porque tiemblas?
volvio a preguntarle y esta vez espera una respuesta clara.

- Bueno cierto, no soy tan pacifista como creo, pero si soy muy buena y eso no me lo vas a negar.
Lo miro un momento y tomo una uva.
- A por nada.

- No me mientas...
La voz le volvió a salir ronca y se lamió el labio inferior viendo como se comia una uva.

- No te estoy mintiendo.
Tomo otra uva y se la acerco a Jaden.
- Anda toma.

- Si lo estas haciendo...
Se calló cuando le metió la uva de golpe, casi se atraganta cuando se le va para otro lado.

- No, no lo estoy haciendo.
Al ver que casi se ahoga se paro de golpe y comenzó a palmear su espalda.
- Jaden!
Hay dius… que se iba a poner de todos colores y no seria por que estuviera enojado.

- Eres un bruta! Me has metido la uva hasta la campanilla!
Que tía, y to por no dejarlo hablar.

- Si, si como digas.
Continuo palmeando su espalda, pero ahora mucho más despacio, por si las dudas.
- Ya, pero no te paso nada. Que exagerado.
Que se le quitara, se cobro la ahogadilla, pero no le diria.

- Te he oído bruja...
Aunque no lo dijera sabía lo que pensara.
Bebió un poco de cava por el mal rato, recuperando la respiracion poco a poco.

Lo miro sin poder creérselo.
- Bruja?, me dijiste bruja?
Apretó la mano en puño, le iba a dar un golpe fuerte en la espalda pero se contuvo.
Lo miro con los ojos entrecerrados y se sentó de nuevo en su silla y tomo de nuevo las uvas.
- Ya no te dar más uvas.

- Te dije bruja en plan cariñoso...
Siempre decia palabras así, pero desde el cariño.

Lo miro de reojo.
- Claro… si me hubieras dicho brujita entonces si te lo creería. Pero bruja.
Continúo mirándolo de reojo comiéndose las uvas.
- Vale, por que dijiste que era con cariño.
Tomo una uva y se la acerco.
- Con cuidado pequeñín no quiero que te me ahogues.

Abrió la boca y atrapó entre sus labios, comenzó a comersela mirandola.
- ¿Sabes lo que esta bueno con el cava?

Estaba por meterse otra uva a la boca, dejando su mano a medio camino y lo miro.
- No, que cosa sabe buena con el cava?

- Las fresas con el chocolate.
Hizo aparecer una fuente de fresas y una fundie, mojo un fresa y se la llevo hasta la boca de ella, le dibujo con la punta de la fresa sus labios llenandolos de chocolate e instale para que abriera más los labios y metersela.
- Bebe un poco de cava.

Abrió la boca comiéndose gran parte de la fresa, haciendo lo que le pidió tomo uno de los vasos con cava y tomo un poco. Lo miro degustando la combinación y le sonrío.
- Esta muy bueno.
Se relamió los labios para quitarse el chocolate.
- Ahora tu.
Tomo una de las fresas y la mojo con chocolate.
- Abre.
Murmuro mientras le acercaba la fresa a los labios.

Abrió la boca y la cerró justo cuando le había metido media fresa en la boca.
Bebió un poco de cava, sin dejar de mirarla y esta vez lo que mojo en el chocolate fue un dedo.
Hizo lo mismo que antes, llenarle un poco los labios.